sábado, 29 de agosto de 2015

La brecha docente

Se habla a menudo de la brecha salarial para hacer referencia a la creciente desigualdad y a la aparición de niveles de ingresos cada vez más polarizados en nuestra sociedad. Es una evidencia que la crisis ha hecho mella en la clase media generando situaciones de pobreza cada vez más frecuentes aunque, soprendentemente (o no tanto), niveles de riqueza también crecientes en una franja social muy reducida. Por otra parte, también usamos el concepto cuando hablamos del acceso a las nuevas tecnologías. En este sentido, hablamos de brecha digital para referirnos a la desigualdad en el acceso y conocimiento de las TIC por parte de distintos segmentos de la población.

El otro día pensaba yo en esto de la brecha desde el punto de vista docente. No me refiero con ello a los sueldos de unos y de otros ni a los distintos niveles de uso, acceso y comprensión de las nuevas tecnologías por parte del profesorado. Pensaba, más bien, en una diferenciación basada en términos de adaptación al nuevo paradigma educativo y la manera de desenvolverse en él por parte de unos y otros docentes. Desde este punto de vista, me parece que existe también una notable brecha que separa a docentes con enfoques profesionales casi contrapuestos. ¿Cuáles son los elementos que generan, en mi opinión, esta brecha docente?

En primer lugar, parece evidente que la voluntad de compartir sería uno de los elementos diferenciadores. Creo que existen grandes diferencias entre aquellos docentes que comparten su trabajo y, por tanto, su aprendizaje, con aquellos que se encierran en el aula, en el departamento o en su programación aislándose de las dinámicas de su centro y de su entorno. En mi opinión, resulta mucho más interesante poder crear sinergias con otros compañeros y compartir y aprender de las experiencias de otros profesionales. Si hay una "profesión social" esa es la nuestra, por lo que me resultan sorprendentes aquellas posturas que renuncian al trabajo colaborativo y a la posibilidad de compartir aprendizaje.

Por otro lado, un segundo factor generador de la brecha docente sería el reciclaje y la formación continua. Y no pienso tanto en cursos con certificados de aprovechamiento de equis horas sino en el hecho de estar en "contacto real" con nuestra profesión. Las alternativas son múltiples: jornadas, ponencias, lecturas, conversaciones con otros compañeros, análisis de experiencias -ajenas y propias-, películas... Creo que la docente, como algunas otras, no puede ser una profesión de horario cerrado ni carente de reflexión y aprendizaje.

Un tercer elemento, en mi opinión, esttaría definido por la relación del docente con el entorno de su centro educativo. ¿Cómo es el barrio donde viven nuestros estudiantes?,  ¿cuál es la principal problemática social del territorio?, ¿hay un parque cerca de la escuela?, ¿dónde está la biblioteca municipal?, ¿qué tipo de comercio y de actividad económica existe en la zona? o ¿qué museos o instituciones culturales hay? son algunas preguntas que pueden definir perfectamente la relación del profesor con la comunidad  en la que desarrolla su trabajo. Creo que es importante ser consciente de que trabajamos en un contexto social y económico específico y que, por tanto, deberíamos tratar de adaptarnos a él para aprovechar al máximo sus oportunidades y contribuir, en la medida de lo posible, al desarrollo de la comunidad. Esto que puede parecer una perogrullada no siempre ocurre en muchos centros educativos. De hecho, me temo que muchos profesores no podríamos responder algunas de las preguntas enumeradas más arriba.  

Y, por último, otro elemento generador de brecha vendría determinado por la relación establecida entre docente y alumno dentro del aula. Por un lado tenemos las trincheras, grandes zanjas que nos ponen frente a frente con nuestro alumnado y de las que se desprenden roles claramente definidos. Es un tipo de relación basada, por supuesto, en la jerarquía y en el monopolio del conocimiento por parte del profesorado donde, a menudo, el papel del estudiante en el proceso de aprendizaje es básicamente pasivo. Por otro lado, un enfoque totalmente diferente puede crear espacios de autonomía y de toma de decisiones por parte del alumnado. Aquí la relación vertical cambia y el protagonismo recae sobre el estudiante el cual, en mayor o menor medida, es quien genera su propio aprendizaje. Evidentemente existen posiciones intermedias, por supuesto, pero creo que la proximidad hacia uno u otro enfoque determina muy a las claras en qué lado de la brecha estamos.

En definitiva, podemos compartir nuestro trabajo con los compañeros, vivir la profesión con pasión e interés, implicarnos en el entorno de nuestro centro educativo y confiar en nuestros alumnos dándoles voz y capacidad de decisión en el aula o, por el contrario, encerrarnos en el aula, justificarnos con el máster que hicimos hace diez años, desconocer todo lo que hay desde el aparcamiento hasta la puerta de nuestro centro e iluminar al alumnado con nuestro vasto conocimiento. Pues eso, opciones bastante distintas. Y tú, ¿en qué lado de la brecha estás?

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viernes, 28 de agosto de 2015

#betacamp: "la calle es nuestra"

Hoy hemos empezado a trabajar en el nodo "La calle es nuestra", una de las diferentes propuestas que se pueden encontrar en el betacamp. Esta propuesta de trabajo gira en torno a la necesidad de "socializar" las enseñanzas de ciencias sociales y de cualquier otra materia para establecer una vinculación entre los contenidos curriculares y la realidad y el día a día de los alumnos. Por otra parte, otros objetivos del nodo son conocer prácticas y experiencias de trabajo que relacionen el currículo con el entorno social y cultural de los centros educativos y establecer espacios de cooperación y de trabajo colaborativo entre los profesionales del ámbito.

Hemos empezado la sesión poniendo en común diferentes experiencias desarrolladas en nuestros centros. Tras plantearnos varias propuestas y alternativas, hemos decidido responder dos grandes preguntas para asentar las bases de posibles actuaciones dirigidas a romper los muros del aula y del centro y de abrir el aprendizaje en el entorno. Estas preguntas son las siguientes: ¿Por qué hay que socializar el aprendizaje? y ¿Cómo se puede acercar las aulas y los centros al entorno?

Respondiendo a la primera pregunta, hemos pensado que socializar el aprendizaje puede ser interesante por los siguientes motivos:
  • Porque el trabajo y el aprendizaje se convierten en significativos.
  • Porque nos permite romper las barreras y las limitaciones físicas (y psicológicas) del aula.
  • Porque podemos atender mejor la diversidad.
  • Porque se fomenta la cohesión de grupo y la vinculación entre el alumnado y el profesorado.
  • Porque puede fomentar la transversalidad.
  • Porque convierte el centro en un espacio dinamizador del entorno.
  • Porque es divertido! 
Por otra parte, ¿cómo podemos hacer para acercar realidad / día a día y aprendizaje? En definitiva, como podemos "callejear"? 
  • Abriendo el aula a testimonios del entorno.
  • Continuando con la programación de salidas y actividades fuera del aula.
  • Rompiendo el tiempo y el espacio tradicionales de aprendizaje (las TIC nos pueden ayudar).
  • Investigando y aplicando estrategias y recursos de Realidad Aumentada.
  • Generando experiencias de aprendizaje basadas en la creación de productos y en su presentación en diferentes espacios (incluso fuera del centro).Colaborando con entidades y organizaciones del entorno en el desarrollo de proyectos de distinto tipo.
También hemos aprovechado para conocer diferentes herramientas y aplicaciones que pueden ayudar a esta tarea. Puede consultar la información listado con algunas de ellas:
  • Remind i Moxtra: dos aplicaciones para enviar mensajes SMS de forma confidencial.
  • Kahoot: herramienta para generar juegos en línea en tiempo real en formato cuestionario.
  • Geo Aumentaty: herramienta para trabajar contenidos mediante la geolocalización de espacios y realidad aumentada.
  • Edpuzzle: herramienta que permite la creación de vídeos de forma comprensiva introduciendo cuestionarios entre secuencias.
Seguro que hay muchas propuestas, ideas y recursos más que nos pueden ayudar a "ocupar la calle". Nos ayudas y nos envías tus propuestas?


domingo, 23 de agosto de 2015

Competencias digitales, otro título más para la saca

Parece que el Departament d'Ensenyament de la Generalitat de Catalunya se lía la manta a la cabeza y establece un plan dirigido a la acreditación del dominio de las nuevas tecnologías por parte del profesorado (véase noticia en La Vanguardia, Los docentes deberán acreditar un dominio de las nuevas tecnologías). Dicho así, no suena mal. Perseguir que el cuerpo docente tenga un dominio aceptable de las TIC en los tiempos que corren debería ser una obligación por parte de cualquier administración educativa que se precie. En eso estamos de acuerdo. Otra cosa son las formas y que existan otras prioridades.

Y es que vamos a ver cómo se lleva a cabo la propuesta. Porque no estamos para perder el tiempo. Si la cosa se va a convertir en cursos de puro trámite para obtener el titulito oficial que pase a engrosar el currículum docente, pues mejor nos lo ahorramos. Está por ver también qué contenidos van a trabajarse y, sobre todo, cómo y quién va a impartirlos. Porque por un lado nos encontramos con estas noticias en la prensa y, por el otro, me consta que en más de un centro de adultos de titularidad autonómica existen decenas de profesores que imparten los cursos de CompeTIC sin tener la acreditación necesaria para ello. Está pasando, así que un poco de criterio y de coherencia en este ámbito no vendría nada mal.

Pero, sobre todo, lo que más me chirría del asunto es el hecho de estar pasando por encimas de las verdaderas urgencias del sistema, al menos como yo lo veo. Insisto en la necesidad de acreditar las competencias digitales del profesorado. O, mejor dicho, insisto en la necesidad de que los docentes sepamos manejarnos en el mundo digital. Porque una cosa es tener un título en competencia digital y otra muy distinta tener el conocimiento necesario para desenvolverse con soltura en la red. En cualquier caso, ¿nadie en el Departament se plantea que existen otras urgencias mayores?

Pienso, especialmente, en los procesos de selección y de formación del profesorado, a mi entender uno de los auténticos lastres del sistema. Y alguien dirá al leer esto que bueno, eso es otra cuestión. Quizá sí, pero me parece que tiene más sentido dedicar todos los esfuerzos a resolver uno de los grandes problemas del sistema que poner un nuevo parche educativo, eso sí, en este caso moderno y molón. A mi entender la educación es mucho más que el dominio de las TIC, por eso creo que deberíamos priorizar las cosas en función de la urgencia e importancia que merecen. Todos sabemos que muchos claustros están plagados de gente sin la más mínimas actitud y aptitudes para trabajar en la docencia. Por otro lado, está la formación inicial docente, a todas luces mejorable al menos en lo que respecta al profesorado de secundaria, no digamos ya al de adultos.

Dice la directora general de Atención a la Familia y a la Comunidad Educativa, Meritxell Ruiz, que se está elaborando un documento que defina las competencias que deberán tener los docentes para incorporar las TIC en el aprendizaje porque ''hay que atreverse'' a decir qué requerimientos se tiene que demandar a los docentes. En mi opinión, a lo que debería atreverse la administración autónomica es a afrontar los verdaderos retos del sistema, ponerse las pilas con las verdaderas urgencias y dejar los parches para otra ocasión. Además, aquí no hay excusa porque tenemos competencias en educación, ¿verdad? En fin, me temo que los intereses del Departament van por otro lado. Eso sí, de aquí a poco tendremos otro título oficial que llevarnos al currículum. Pues nada, ¡uno más!


jueves, 20 de agosto de 2015

Retos para el nuevo curso

Como ya es tradición, llega el momento de plantearse los nuevos retos y objetivos para el curso que empezará en unos días. Durante estas vacaciones hemos tenido tiempo de descansar y desconectar, pero también de reflexionar sobre los aciertos y errores del año pasado a partir de los cuales definir la hoja de ruta para el curso 2015-2016. Aquí van, pues, los retos que un servidor se marca para los próximos nueve meses.

Primero, continuar incidiendo en la atención emocional del alumnado. Aunque la experiencia del año pasado genera buenas sensaciones, pretendo perseverar en el trabajo y la atención emocional en el aula. Se trata, a mi entender, de un aspecto que en muchas ocasiones no atendemos de manera adecuada y que puede reportar enormes beneficios para el desarrollo personal de cada estudiante y en la cohesión de grupo. En los centros de adultos muchas veces recibimos a estudiantes que cargan con una pesada mochila de inseguridades y dudas debido al fracaso de anteriores experiencias educativas o, simplemente, al hecho de llevar tantos años alejados de las aulas. En este sentido, reforzar la autoestima y confianza de gran parte de nuestro alumnado puede facilitar enormemente su vuelta a los estudios. Insistiremos, pues, en ello y mejoraremos nuestra formación al respecto. Dinámicas de grupo, trabajo colaborativo y refuerzo de la atención y seguimiento individualizado de los perfiles más necesitados detectados por los equipos docentes serán algunas de las estrategias para trabajar este aspecto.

Segundo, potenciar el diálogo con el alumnado. Escribía hace unos meses sobre "Cosas que no se negocian" en el aula. Reflexionaba entonces sobre la idoneidad (o no) de dialogar más con los estudiantes y de pactar con ellos determinadas cuestiones fundamentales que afectan al desarrollo del curso. Mejor dicho, en el citado post se apuntaba la posibilidad de ceder la toma de decisiones de importancia al alumnado. Remarco lo de importancia porque tiene su ídem. Considero que tanto sistemas de evaluación como enfoques de trabajo y/o metodologías pueden negociarse con el alumnado. Establecer previamente a conocer a los estudiantes cómo vamos a desarrollar nuestro trabajo y cómo vamos a evaluar el de nuestro alumnos me parece, como mínimo, una decisión bastante arriesgada. Intentaremos, pues, conocer mejor a nuestros estudiantes y establecer espacios para el diálogo y para la toma de decisiones conjuntas.

Tercero, estar atentos a las posibilidades del entorno. La idea es seguir aprovechando las posibilidades del entorno para reforzar el aprendizaje en el aula y para enlazarlo con la vida diaria del alumnado. Este es, quizá, uno de los puntos más flojos en las valoraciones del año pasado así que cabe hacer un esfuerzo por reforzarlo. Continuaremos, pues, con la política de puertas del aula abiertas y estaremos al quite de las opciones que se nos presenten para dinamizar y enriquecer el aprendizaje, que seguro que serán muchas.

Cuarto, improvisar más. Me explico. A lo largo del curso suceden mil y un acontecimientos de relevancia ya sean locales, nacionales e incluso internacionales que deberían traspasar los muros del aula y convertirse, cuando menos, en temas de debate y de estudio por parte de nuestros estudiantes. Así, por ejemplo, si Estados Unidos abre de nuevo su embajada en Cuba seguramente es un buen momento para trabajar la guerra fría, la creación de bloques y la reflexión sobre distintos modelos socioeconómicos. Se trata, en mi opinión, de romper el aislamiento que a veces nos autoimponemos y que convierte el aula en un espacio atemporal y desconectado de la realidad. Crear espacios de debate y de generación de reflexión y de contenidos sobre el día a día es, pues, uno de los objetivos para este curso y, en este sentido, las TIC pueden convertirse en un aliado de lujo para conseguirlo.

Y quinto, divertirnos lo máximo posible. Soy un firme creyente de la máxima "la letra con risa entra". La risa es sinónimo de buen ambiente y no creo que haya nada mejor que un buen ambiente para generar situaciones de aprendizaje. Así que vamos a tratar de pasarlo bien, intentar que todo el mundo se sienta cómodo y, por supuesto, trabajar mucho pero con una sonrisa en la cara.

Pues aquí están mis grandes retos para el curso que viene. Seguro que tú tienes los tuyos. ¿Te animas y los compartes por aquí? ¡En breve empieza lo bueno! ¡Mucho ánimo!

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